Posible aumento de muertes por infarto en los próximos días

Esto es lo que podría pasar si, como todo parece que va a ocurrir, El FC Barcelona y el Real Madrid se enfrenten cuatro veces en apenas tres semanas. Señores médicos, vayan disponiendo de desfibriladores a mansalva porque más de un corazón sucumbirá a tanta emoción en tan poco tiempo. Un sólo clásico ya es por sí solo adrenalina y tensión en estado puro, pues imagínense cuatro seguidos, un no parar.

Tened por seguro que habrá aficionados que se gasten el sueldo de un mes en encenderle velas a su virgen; otros, en cambio, aprovechando la Semana Santa, harán de penitentes más que nunca y rezarán a la virgen para que le ayude; finalmente estarán los que los días de partido, llenarán la mesa camilla de estampas de Jesucristo, Buda o cualquier dios en el que tengan la más mínima fe.

Se podría decir con la total certeza que todos estos partidos los vamos a disfrutar siendo el Barça y el Madrid los mejores equipos de Europa actualmente. Lo tremendamente increíble y bello para el espectador hubiera sido que se enfrentaran en la final de Wembley, pero el bombo deparó que tendría que ser en la semifinal, y así será.

Se presentan cuatro partidos intensos y vibrantes de los que brotarán, con total seguridad los magistrales regates de Ronaldo y Messi, los increíbles pases de Alonso y Xavi, las grandes cabalgaduras por la banda de Alves y Marcelo, la lucha incombustible de Khedira y Busquets, los reflejos felinos de Casillas y Valdés. Un compendio de jugadores estelares se verán las caras hasta en cuatro ocasiones. Y nos ha tocado verlo. Bendita suerte.